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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

viernes, 20 de marzo de 2015

7ª de Fallas en Valencia. Meritoria cantidad y muy poca calidad: A hombros El Juli con cuatro orejas y Perera con dos.



Meritoria cantidad y muy poca calidad: A hombros El Juli con cuatro orejas y Perera con dos


Valencia. Plaza de la calle Xátiva. Jueves, 19 de marzo de 2015. Séptima de feria. Tarde amenazante, muy fría y muy ventosa con menos de dos tercios de entrada.

Seis toros de Garcigrande-Domingo Hernández, justitamente presentados con un segundo anovillado y de buen juego en distintos grados de bravura, fuerza y nobleza salvo el cuarto que fue muy deslucido. Noble a menos en brío el primero. Excelente para el toreo en segundo. Noble sin clase y renqueante el tercero. Muy deslucido el cuarto. Muy manejable y duradero el quinto. Manejable sin clase el sexto.

Finito de Córdoba (nazareno y oro): Petición insuficiente, ovación con saludos. Pinchazo y otro hondo tendido, silencio tras leve división.
El Juli (verde botella y oro): Estocada trasera, dos orejas, excesiva la segunda. Estoconazo, dos orejas. Salió a hombros.
Miguel Ángel Perera (verdina y oro): Estoconazo trasero, aviso y oreja tras descabellar. Pinchazo y estocada, oreja.

Cartel cerrado. Corrida de toros con garantías sobre el papel, aparte posibles y siempre inevitables contratiempos que también podrían haber importunado a la de Garcigrande. Ojala no tengamos que volver a escribir sobre los toros para mal, tal como está siendo el signo ganadero de esta feria salvo escasísimas excepciones. Y un cartel de toreros de primera, como debe ser en el día de San José valenciano. Finito es, artísticamente, modélico. Su faena en Las Fallas del año pasado, ahí quedó para el recuerdo. Además, Finito lleva un par de campañas en racha de inspiración aunque no siempre con resultados triunfales por sus garrafales fallos con la espada. Perera es ahora mismo el torero más seguro del escalafón y el más fiel a un concepto del toreo que, en sus días, revolucionó Paco Ojeda. La campaña que cuajó Perera el año pasado fue triunfalmente incuestionable. Y si dejo a El Juli por detrás de los dos mencionados es porque, a mí personalmente, El Juli de los dos últimos años apenas me convence porque, manteniendo su inobjetable maestría y su gran capacidad, viene interpretando el toreo con tanta crispación como fealdad estética. Sobre todo con la muleta porque con el capote está mejor. El Juli, además, en su empeño de dictarlo todo, de querer mandar en todo, en las ganaderías, en las empresas, en sus compañeros, en la confección de las ferias, en los sorteos, en los apartados y hasta en la prensa, se ha salido de madre. A El Juli le falta humildad, le falta naturalidad, le falta facilidad y le falta olvidarse de querer manejarlo todo a su real antojo. Pero bueno, ayer era día importante y antes de comentar lo que hizo, como también sus compañeros, solamente cabe esperar que uno tenga que desdecirse de lo que vengo escribiendo últimamente sobre don Julián.

Ayer quedamos estupefactos al ver la entrada que había. La peor de unas Fallas el día de San José y una de las peores de esta feria en corrida de toros. Imagino la cara de los toreros cuando se asomaron al ruedo antes de hacer el paseíllo… Sobre todo la de El Juli. Buena cura de humildad para bajarle los humos que se gasta.

Primer toro. Con 521 kilos de peso. Colorao de pelo y muy noble de salida. Modélicas verónicas y media de Finito. Bravo en el caballo. La réplica de El Juli en su quite, muy pretenciosa, ni de lejos como las verónicas de Finito. Deslucido en banderillas el animal. Pero siguió noble en la muleta. Señero comienzo de faena con la derecha junto a tablas. Pero al salirse fuera de la rayas, el viento molestaba mucho. Sobre ellas, muy buenos redondos de uno e uno y el de pecho. El toro había perdido el brío inicial, quizá por excesivamente castigado en varas. Desarmó a Finito al iniciar una segunda ronda diestra. Lo arregló pegando formidables naturales. Lástima que el toro no le repitiera. Trinchera de cartel en uno de los remates. Y más con la derecha, tres, cambio de mano y otra trinchera con olor a azahar. Continuó con recreada paciencia sembrando el ruedo de muy bellos muletazos entre ráfagas de viento y mató de estocada trasera. Insuficiente petición de oreja. Yo se la hubiera dado. Fue muy ovacionado.

El cuarto, un cárdeno salpicado en burraco, se tapó por el pelo y salió renqueando de patas como el tercero. Breves e infructuosos intentos capoteros de Finito de los que el animal salió suelto. Mal picado por tener que rectificar el varilarguero al medio relance. Y otro puyazo excesivo. Nada con el capote de nadie que resaltar. Desigual el peonaje con las banderillas ante el animal muy distraído. Finito brindó la faena a un espectador que estaba en el callejón. Por bajo con la derecha para empezar. Y con ganas. No sé qué de bueno le había visto al toro. Abierto al tercio y molestado por el viento, algún redondo de marca con el animal muy remiso y blando. Era imposible torear a gusto en los medios y, de nuevo en el tercio, tuvo que esperar a que el toro dejara de escarbar para lograr recetar una buena tanda con la derecha aunque recetada con rapidez. El toro siguió escarbando imposibilitando los naturales. Más con la derecha otra vez sin buenos resultados pese a las buenas intenciones del Fino. Muy deslucido el oponente. Frustración del matador cordobés y tras igualar, Finito se lio a pinchar en dos agresiones. División de opiniones.

Muy terciado el segundo. Lo protestaron al aparecer en el ruedo por anovillado. Juli, esto no puede ser. Perdió las manos en los lances de El Juli sin nada de particular. Se picó de trámite. Y se banderilleó casi igual con el toro muy venido a menos. En otros tiempos, algunos que yo me sé le habría calificado de gato. El Juli empezó junto a tablas por bajo molesto por el viento y, pese a ello, se llevó al novillejo a los medios en donde lo toreó en redondo a su actual placer. Muy doblado y alargando los viajes por abajo cuanto pudo. Ligó. Luego con la zurda, igual pero menos templado. Susto con un extraño del toro y más izquierdazos. Muy noble el animal, con fijeza, clase y durabilidad. Buena tanda a derechas con el de pecho ligado sin moverse y más naturales exagerados que ligó a molinete y a un pectoral. Sobredosis muy jaleada con la derecha en dos tandas, circular invertido, de pecho tropezado y desplante al paso… No se conformó con lo fabricado y continuó con más circulares resueltos en roblesina. Más adornos y la gente encantada con tan larga como vulgar producción. Espadazo muy trasero a capón y dos orejas dos. Los naturales de Finito valieron más que este derroche del figurón con un torito de carril que parecía amaestrado. Es mi opinión.

Con más peso, 570 kilos, aunque no con más trapío el negro quinto. Alto de agujas. Eso sí. Revoltosos el toro y el viento en el horriblemente frustrado recibo de El Juli con el capote. Desatado el vendaval, la lidia se puso complicada. El toro se repuchó del primer puyazo. Imposible lucimiento en el quite de Julián y otro puyazo a medias entre darle y no darle estopa. El Juli quiso parar las agresivas intenciones de su picador. Se pareó con prisas. No era para menos. Y El Juli volvió a brindar a la gente. Muy resuelto se fue hacia el animal enjaretando ayudados por alto rodilla en tierra cerca de las tablas. Y casi en los medios, le fue imposible pasarlo con la derecha. Si con la izquierda. Con mucho mérito dado el viento que hacía aunque con sus habituales y toscas maneras. A tironazo limpio. Luego, también a derechas. El toro se prestó. Menos que su anterior oponente pero se prestó. Repitió con la izquierda aguantando mucho. Y arrimón con sucesivos cambios de mano, Ni un pero se le puede poner a El Juli en cuanto a decisión y a dominio. No quiero insistir en lo de sus maneras. Lo más bonito lo hizo al final con trincherillas, más redondos, los pases del desdén que fueron la dos únicas veces que se estiró y más pases zurdos en plan domador con inoportuno desarme y el susto de un peón que fue raudo a recoger la perdida muleta del maestro. Más y más y más con ambas manos. La repanocha. Larguísima faena sin calidad de ninguna clase. Podriamos calificarla de derroche de poderío con mal gusto. Pero digna de elogio. Estoconazo y otras dos orejas.

Con el tercero, un castaño de bonitas hechuras, Perera no pudo lucirse en el recibo por lo mucho que soplaba Eolo. Luego, en los medios, pudo estirarse templado con brevedad. En bravo, fue alegre al caballo aunque renqueando de patas. Y sin quite, otra vez igual. Bien los peones en palos. Pero el toro cada vez más cojo de patas. Muy quieto Perera en su arranque de faena con la derecha por alto a pies juntos. Pero la blandura del animal y su sosa embestida a punto de perder el equilibrio, desmereció los redondos mandones y tersos de Miguel Ángel. Más a gusto cuando los ligó en la cercanía, casi pegado a su oponente. Fue desarmado en un segundo natural por pisarle la muleta el toro. y en los siguientes, muy ajustados, tampoco colaboró debidamente el burel. Dando sitio, tampoco tomó altos vuelos la faena. El toro era una caca, como tantos en esta feria y Perera necesita reses más encastadas y fuertes. No faltó el consabido y larguísimo arrimón sin moverse un solo centímetro desde que lo inició hasta que lo terminó. Fue lo que calentó muy fuerte al personal. Muchos espectadores en pie. Estoconazo trasero mientras sonaba un aviso. Tardó mucho el toro en doblar aculado en tablas. Muerto en pie. Perera quiso evitar el descabello esperando que el animal muriera y, por fin, lo consiguió con un golpe. Cortó una legítima oreja.

Colorao el sexto con 503 kilos. Y noble. Muy templadas y buenas de verdad las verónicas de Perera en el recibo. Lo cuidaron mucho en varas. Desaciertos banderilleros por esperar y perseguir el animal. Perera lo quiso crudo y lo brindó a la plaza. Empezó la faena de rodillas por alto con la derecha y en redondos por los dos lados sin moverse. Y ya en pie otras dos ligadísimas y templadísimas, poniendo los tendidos materialmente boca abajo. Quiso hacer lo mismo al natural y aunque el toro no se prestó tanto por ese lado, lo consiguió añadiendo pases de pecho encadenados sin mover los pies. Se rajó el toro hacia tablas y, tras sacarlo de su querencia, rizo el rizo con circulares invertidos hasta aburrir a su oponente. Lo acompañó en su nueva huida yendo al paso con pases de pecho y pinchó tras no conseguir pronto la igualada por haberse pasado de faena. Lo consiguió al segundo intento de estocada perdiendo la segunda oreja que tuvo sobradamente ganada. Pero como una mas una son dos, pudo acompañar a El Juli en su salida a hombros.

No obstante, vi a Perera algo contagiado por el julismo en las formas. Y por lo demás, decir que quien mejor toreó ayer con el capote y con la muleta en su primer toro fue Finito.

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