la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

lunes, 15 de junio de 2015

El voto taurino.



Los aficionados que han votado a los partidos de esta pareja de dos que se han traicionado a sí mismos después de negarse mutuamente, también serán culpables de haber contribuido a la destrucción de España y de nuestra Fiesta

J. A. del Moral

1 comentario:

  1. J. A. del Moral, juega con la hipótesis de una suposición que ahora mismo no hay nada de nada, tan solo en una mente Rappelina de adivinar el futuro se puede sacar falsas conclusiones.
    Lo que no es jugar a futurólogo y si con la pura y cruda realidad, es que en la mañana de ayer entró en la cárcel todo un señor de gran linaje como Rafael Blasco, que en nada se parece a esa “escoria humana” con la que suelen calificar la gran y patriota clase española al de la coleta y sus colegas de ideologías de izquierdas radicales, esta selecta clase española que enarbola el estandarte de la DECENCIA, y que casualidades de la vida, con este que entró ayer en la cárcel de Picassent, es uno más de la lista de “angelitos” que han caído.

    Simple recordatorio para los desmemoriados: Gerardo Díaz Ferrán, empresario que fuera Presidente de la CEOE.
    Francisco Granados, miembro del Partido Popular de Madrid, “hombre fuerte” de Esperanza Aguirre y número dos del PP en la Comunidad de Madrid.
    Carlos Fabra, expresidente de la Diputación de Castellón y del PP provincial.

    También pasaron por la “trena” con opción a volver, Miguel Blesa, que fuera presidente del Consejo de Administración de Caja Madrid y muy amigo de José María Aznar.
    Jaume Matas, que fuera presidente del Partido Popular de Baleares y presidente del Gobierno balear, y ministro de Medio Ambiente en el segundo gobierno de José María Aznar.
    Luis Bárcenas, tesorero del Partido Popular por designación directa de Mariano Rajoy.

    ¿Todos estos son culpables de haber contribuido a la destrucción de España?, ¿Cuántos compañeros de la pareja de la foto están en la cárcel?. Un poquito de seriedad.

    Pedro Marín

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