la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 7 de enero de 2018

PREVIA MANIZALES FERIA 63 / La feria única.


Entrada 1ª corrida

La Monumental fue un regalo entregado la víspera de navidad a Manizales en su centenario. Aunque, la verdad sea dicha, cuando ese domingo 23 de diciembre de 1951, Antonio Bienvenida salió a inaugurarla con un toro Mondoñedo de cuyo nombre los historiadores no han querido acordarse, la plaza no era muy monumental. Apenas tenía siete mil localidades. 

PREVIA MANIZALES FERIA 63

La feria única
(Temporada grande)

Cali, 7 Enero 2018
La Monumental fue un regalo entregado la víspera de navidad a Manizales en su centenario. Aunque, la verdad sea dicha, cuando ese domingo 23 de diciembre de 1951, Antonio Bienvenida salió a inaugurarla con un toro Mondoñedo de cuyo nombre los historiadores no han querido acordarse, la plaza no era muy monumental. Apenas tenía siete mil localidades. 

Su monumentalidad arquitectónica, taurina y social vendría con el tiempo. Pero Colombia, que cerraba un año atrabiliario, recibió esa buena noticia como un bálsamo sobre tantas heridas. Claro, nadie podía sospechar entonces el gran impacto cultural y económico que produciría en la vida de la ciudad pasado el tiempo.

Ni siquiera se vislumbraba cuatro años y un mes después, el 23 de enero de 1955 en que Ángel Peralta marcó el nacimiento de la feria complementada con diversos festejos no taurinos. Sin embargo, de allí para delante Manizales fue otra. Ciudad torera y feriadora por excelencia en el país.     

Tantas personas, toros y hechos fueron construyendo la leyenda. Tantas peculiaridades, el estilo. Tanta hospitalidad, el encanto. Corridas en el filo de la cordillera, sobre un ruedo gris oscuro a veces iluminado por el sol, a veces velado por la niebla, y no pocas veces regado por la lluvia, en medio de un paisaje arrobador, de cumbres y valles que parecen agigantar el anfiteatro y prolongar las ovaciones.

Concepción única de la tauromaquia. Sensibilidad, estética y toro propio; el ernestogutiérrez. Fiesta con determinantes caracteres de cultura local, ancestro paisa. Campechana, sincera en su identidad y por eso mismo cosmopolita. Plaza con mayor público multirregional e internacional.

Devota del toreo-arte. “De hoy en adelante las verónicas no se llamarán verónicas sino romerinas”, rezaba La Patria el día que Curro Romero debutó hace 52 años aquí, lidiando los de Carlos Núñez en compañía de Luis Miguel Dominguín y Pepe Cáceres.

A este último lo idolatraron, le dieron cinco trofeos de feria. La última vez que lo vieron torear, le sacaron a hombros, viejo, corneado y triunfante. Atesoraron sus cenizas como reliquias en la Catedral y le fundieron estatua.

Mañana comienza otro capítulo, el 63, y a la salida de la corrida toda la feria volverá a ser un río como canta el otro himno que le compusieran el músico valenciano Juan Mari Asins y el poeta de Anserma Guillermo González Ospina.

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